Trabaja con todos los miembros de la familia para abordar problemas relacionales, mejorar la comunicación y resolver conflictos.
Ayuda a las parejas a resolver problemas en su relación, mejorar la comunicación y fortalecer su vínculo.
Aunque se centra en el individuo, puede abordar cómo sus problemas personales afectan a la dinámica familiar.
Ofrece estrategias y herramientas para mejorar la crianza y la relación con los hijos.
Ayuda a resolver conflictos específicos, como disputas entre padres e hijos o desacuerdos entre los miembros de la pareja.
Como adicciones, problemas de comportamiento en niños y adolescentes, traumas, duelo, o enfermedades mentales.
Intervenciones en situaciones de crisis familiares, como divorcio, pérdida de un ser querido o eventos traumáticos.
El objetivo principal de un terapeuta familiar es fomentar relaciones saludables y funcionales dentro de la familia.